domingo, 14 de diciembre de 2008

Nota del diario La Gaceta de Tucumán
Domingo 14 de Diciembre de 2008
Argentina
Solicitud al Gobierno de víctimas del terrorismo
Elaboraron una declaración y anticiparon que pedirán una audiencia con Cristina.
El Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv) elaboró una declaración en la cual considera que los crímenes cometidos por el terrorismo deben ser tomados por la comunidad internacional como violaciones a los derechos humanos, y deben estar incluidos en la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional. También se “reclama que sean separados de sus cargos los funcionarios que integraron organizaciones terroristas, impidiéndoles a futuro que alcancen cargos de poder”.En la Declaración de Buenos Aires, además, se solicita que “se respete la igualdad ante la ley permitiéndose a las víctimas del terrorismo el goce de sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación”.Asimismo, según publicó el diario La Nación, se insta a las organizaciones defensoras de los derechos humanos a comprometerse en “la defensa de las víctimas del terrorismo y en la identificación del terrorismo”. Junto con la presentación del documento anunciaron que pedirán una audiencia con la presidenta, Cristina Kirchner, y brindaron sus testimonios cuatro víctimas del terrorismo. Entre ellos, María Victoria Paz, hija del ingeniero José María Paz, que fue asesinado por Montoneros en 1974, en Tucumán. “Hay que enfrentar la verdad objetiva y no la que se sustenta en diferentes miradas sobre los hechos; aquella que contempla todo lo que ocurrió”, dijo Paz, ante un centenar de asistentes. “Este esfuerzo por la verdad objetiva, créanme, es un desafío que nos impone una enorme estatura moral por el valor del que se trata: el respeto por las personas y por la vida humana sin distinciones”, agregó. Reseñó que su padre recibió amenazas extorsivas de secuestro y disuasivas de pagar coercitiva protección; que manifestó, en consecuencia, su decisión de no pagar por un derecho inalterable y humano como lo es el de la libertad. “Era consciente y así lo manifestó públicamente: que ese dinero iba a ser usado en más violencia, en más terror”, aseveró. María Victoria Paz afirmó que es necesario discutir los problemas de la impunidad y de la actitud social frente a los crímenes de lesa humanidad sin prejuicios, sin preconceptos, dejando de lado las actitudes maniqueas. “Es necesario que seamos valientes y honestos”, sostuvo.
Comentario:

Lamentablemente María Victoria Paz se olvida o no sabe que el terrorismo guerrillero tuvo su origen en el terrorismo económico que cerró 11 ingenios azucareros. Lamentablemente su familia fue cómplice de esa barbarie. Véase Historia de la de una provincia de Roberto Pucci o el testimonio en este blog de Agustín M. García Fernández. Por supuesto que esto no justifica ningún crimen.

viernes, 20 de junio de 2008

Por que este Blog

Este blog está destinado a preservar la memoria del horror que produjo en Tucumán y todo el noroeste argentino el cierre de 11 ingenios azucareros en 1966.

jueves, 19 de junio de 2008

Carta al ex Presidente Nestor Kirchner denunciando el genocidio tucumano y despojo a la familia García Fernández
Excelentísimo Señor Presidente de la Nación

S/D.-



Mi nombre es Manuel García Fernández, tengo 32 años y ejerzo como abogado en la provincia de Tucumán de donde soy oriundo.

Me dirijo a Usted, para ponerlo en conocimiento de la grave injusticia que se cometió y se sigue cometiendo contra mi familia.

Mi bisabuelo Manuel García Fernández fue un inmigrante asturiano que junto a su hermano José fundaron en Tucumán el ingenio azucarero Bella Vista (1882). Desde sus humildes comienzos se preocuparon por el mejoramiento no solo de la industria sino de la condición de sus obreros y tanto es así que en 1921 gracias a la donación que mi bisabuelo y su familia hicieran a la Orden Salesiana, se construyó el monumental colegio “Tulio”, baluarte educativo de nuestra provincia.

Mi abuelo el ingeniero Manuel García Fernández siguió propagando ese capitalismo solidario tanto es así que no solo nuestro país sino España se vio beneficiada por sus donaciones a los mas necesitados.

En el año 1965 bajo el gobierno del Dr. Illia, mi familia tuvo que malvender el 75% del paquete accionario del Ingenio por el ahogo financiero al que se nos sometió. Se nos privó de 718.000.000 pesos m/n que por ley[1] le correspondían a nuestra firma y a los cuatro meses el mismo gobierno por una intervención entregó 1.400.000.000 pesos m/n (casi el doble) a los beneficiarios de nuestra ruina. Dicha ruina llegó también a nuestros obreros (1.176 estables hasta 1965), pues fueron echados unos 600 de golpe por la nueva conducción[2].

Todo esto fue por el solo hecho de negarnos a ser parte de un plan siniestro por el que al año siguiente (1966), el gobierno de facto de Ongania mandó cerrar 11 ingenios en Tucumán, con el consecuente genocidio económico o genoeconomicidio como prefiero llamarlo, que se produjo en Tucumán. Más de 200.000 comprovincianos y norteños tuvieron que marcharse en busca de trabajo, produciéndose un éxodo sin precedentes en nuestra historia.

Se nos discriminó por no querer colaborar con un plan genocida. Desde 1966 Tucumán nunca más volvió a levantar cabeza. Le adjunto un trabajo del Dr. Roberto Pucci donde se describe como operaba el grupo que cerraba ingenios inclusive antes del 66’.

Mi padre Agustín Manuel García Fernández que junto a mi abuelo denunció todo esto, sufrió la persecución de Ongania y salvó su vida gracias a la intervención del Dr. Celestino Gelsi ex gobernador de Tucumán. Le adjunto las dos solicitadas publicadas en los diarios de la época donde se explicaba el ahogo financiero a nuestra firma. Gelsi advirtió a mi padre Agustín que de sacar una solicitada más, los militares lo matarían, y que él había logrado tranquilizarlos diciéndoles que García Fernández se quedaría callado. Mi padre Agustín estuvo escondido 4 días en el departamento de Gelsi de la calle Uriburu y Arenales (Cap. Fed.) y en La Falda (Córdoba) durante 40 días, hasta que el Dr. Gelsi logró apaciguar a los golpistas y garantizar así la vida de mi padre a cambio de su silencio.

En 1975 el propio pueblo de Bella Vista envió un pedido de reparación para la familia del ingeniero García Fernández a la entonces Presidente de la Nación Sra. Estela Martínez de Perón a través del Gobernador de Tucumán Amado Juri. (Se adjunta entre otros documentos, telegrama del Señor Francisco Perdiguero Presidente de la comisión reparadora al mencionado gobernador). Lamentablemente en el 76’ vino el golpe de Estado y nuevamente se nos llamó al silencio junto a nuestro pueblo.

Inclusive hoy en día mi familia sigue engrosando a la lista de “malditas” que el establishment y la intelligentzia reinantes mantienen en contra de los que se atreven a denunciar todos estos crímenes. En 1992 se pagó la suma de 140.282.399 de pesos a los accionistas mayoritarios del ingenio (en liquidación), por un acuerdo transaccional del que mi padre tenedor del 1,34% del paquete accionario no fue parte, ya que decidió no hacer juicio al Estado a diferencia de la firma Gettas-Fiad y nuestros primos los Echayde- García Fernández.

En el propio juicio “Gettas” se dejó hecha la reserva para quien resultara ser tenedor del 1,34% restante, cosa que mi padre hizo presentándose y acreditando ser el dueño de ese porcentaje. Fue en vano, y hasta el día de hoy estamos reclamando ese justo pago con una increíble sentencia de primera instancia en contra que esperamos la Excelentísima Cámara Nacional revoque.

En realidad mi padre es tenedor de más del 1,34% ya que las acciones depositadas por él en el Banco Nación sucursal Tucumán representan mayor porcentaje según nuestros cálculos.

Nunca quisimos cometer cohecho para lograr recibir ese pago, y eso a diferencia de lo que se denuncia a la mayoría de los accionistas es lo que hizo evidentemente que no se nos pagara. Una vez más se nos castigaba por ser honestos y no querer corrompernos ante un gobierno como el que lideró Menen en los 90’.

Solo me queda acudir a Usted Señor Presidente para requerirle nos ayude, escuchándonos con la mayor atención y arbitrando todos los medios que estén a su alcance para que se nos repare moral y económicamente[3]. Hay como Usted dijo que reconstruir la Burguesía Nacional, y la mejor manera de hacerlo es reivindicando y restituyendo a esa sana clase industrial que se preocupaba por sus obreros y su país, ya que fue excluida y prácticamente aniquilada por los ignominiosos civiles y militares recipiendarios de todos estos saqueos y delitos que denuncio[4].

No solo pido por mi familia (disgregada y arruinada económicamente), pido también por nuestra histórica y sufrida región[5], que ha sido desbastada por ese cierre de 11 ingenios; y que como repito su único fin fue consolidar un oligopolio azucarero liderado por inescrupulosos y asesinos.

Ayúdenos por favor.

Atte.



Manuel García Fernández
D.N.I. 23.239.629

24 de septiembre 675, 1er piso depto C. San Miguel de Tucumán. Tel.: 0381-4213440, 0381-154597930.

MIS ANTECEDENTES

Abogado egresado de la Universidad Nacional de Tucumán (año 2000), Presidente del Centro Asturiano de San Miguel de Tucumán, Ex asesor letrado de la Asociación de Prensa de Tucumán, ex colaborador ad honoren de la Secretaria de Estado de Derechos Humanos de la Provincia de Tucumán. También he sido honrado representando al Colegio de Abogados de Tucumán en F.A.C.A. por los jóvenes abogados.

Cito como referentes al Vicegobernador de la Provincia Dr. Fernando Juri Riera, a la Diputada Nacional Stella Maris Córdoba a quien he colaborado en algunas oportunidades y al Señor ex Secretario de Derechos Humanos de la Provincia Dr. Bernardo Lobo Bougeau.
Ellos pueden atestiguar junto a otras personas sobre la conducta de nuestra familia y de las verdades históricas que decimos.

Asimismo, hago reserva de seguir aportando documentación, testimonios y demás pruebas que avalan y confirman con excesiva fuerza todo lo que denuncio en este petitorio.

Denuncio domicilio en calle 24 de septiembre 675 1er piso depto. C de la ciudad de San Miguel de Tucumán.






[1] Transcribo la solicitada de mi abuelo el ingeniero Manuel García Fernández de fecha 29-12-1965, donde se fundaba nuestro derecho: “Como consecuencia del decreto del P.E. número 4216/65, referente a la zafra de 1965, el Banco de la Nación dio una resolución por la cual se establecía que daría a los ingenios hasta pesos 1.390 por tonelada de caña recibida de canieros; pesos 500 por tonelada de caña propia y pesos 663 por tonelada de caña, en concepto de fabricación.
De acuerdo con esas normas, Bella Vista debió recibir una suma superior a pesos 700.000.000. El hecho es que solo recibió del Banco de la Nación pesos 132.000.000, suma muy inferior a la que percibieron otras fabricas con producción mucho menor que la nuestra.
Fueron inútiles mis reiteradas gestiones y reclamos ante altas autoridades nacionales y del Banco, para obtener una suma que, aunque no fuera el máximo obtenible, tuviera relación con nuestras necesidades.
Esta situación nos obligó a malvender azúcar y originó nuestra imposibilidad de seguir pagando a nuestros obreros, empleados y proveedores de caña.
Lo que más afecta a mi espíritu, es que esta arbitrariedad e injusticia se haya realizado bajo un gobierno que lleva como emblema el título de RADICAL”...
[2] Ver el Testimonio del C.P.N. Humberto Medina, en copia del diario El Periódico que se adjunta.
[3] El 10% de lo que se nos conceda como reparación histórica, ya ha sido donado en la parte que nos corresponde a la Orden Salesiana, bajo las condiciones que en su momento se impondrán por nuestra parte. Así se hizo con el mencionado colegio de artes y oficio que fue donado en 1921, donde se solicitaba al donatario (la Orden Salesiana) 25 becas para hijos de obreros del ingenio Bella Vista.
[4] Todos estos delitos continuados que se denuncian, tienen para nosotros carácter de delitos de lesa humanidad, por lo cual dejamos planteada su imprescriptibilidad ante las autoridades de nuestro país. Pero en caso de que semejante inmoralidad y actuar delictivo en contra de nuestra familia y el pueblo en su conjunto se quisieran tapar con el manto de la prescripción liberatoria por parte del Estado, es que requerimos se sancionen las leyes reparadoras históricas, tanto para nuestra familia como para nuestro pueblo.
[5] Adjunto presentación de diciembre del 2005 ante la Secretaria de Derechos Humanos de la Provincia.

miércoles, 18 de junio de 2008

Lo que sigue es el testimonio del Señor Agustín Manuel García Fernández en la causa Santillan, Hugo, sobre la muerte y desaparición de gremialistas de la actividad azucarera antes y durante la última dictadura militar.
SE PRESENTA – INFORMA


Señor Fiscal Federal

Causa: Santillán, Hugo S/ Su Denuncia.-



AGUSTIN MANUEL GARCIA FERNANDEZ, argentino, DNI 4.305.781, con domicilio real en calle 24 de Septiembre 675 primer piso depto. C y D. de esta ciudad; ante el Señor Fiscal Federal me presento y respetuosamente digo:

Que atento a que he tomado noticia de que el pasado 14 de Abril de éste año el Señor Hugo Santillán ha denunciado entre otras cosas la desaparición forzada y demás delitos contra de su persona, como asimismo la muerte de su hermano el ex dirigente sindical Atilio Santillán y de otros gremialistas y la vinculación de estos delitos con manejos fraudulentos del Estado por aquellos años, y teniendo en cuenta que en dicha declaración me cita como testigo; es que vengo a informar al Sr. Fiscal lo que sé y me consta por mi actividad de industrial azucarero y por haber sido víctima junto a mi familia de estas atrocidades y gravísimas violaciones a los derechos mas básicos del ser humano, no solo en su más profunda individualidad sino en su rol de parte de una colectividad destruida y aniquilada.

Por ser fundamental para entender lo que informo, es que haré una exposición de los antecedentes del caso.

ANTECEDENTES

Desde muy chico empecé a trabajar al lado de mi padre como él a su vez lo hizo con mi abuelo Manuel García Fernández quien fundó Ingenio Bella Vista en 1882.

Al mismo tiempo estudiaba y me iba preparando para algún día poder conducir los manejos de la empresa. Fue así que a los dieciocho años me radiqué en Tucumán (1958).

Yo andaba en ese tiempo sintiendo que nos estaban golpeando pero no adivinaba en ese entonces cual era el motivo de esa percepción por mi intuida.

Empecé a enojarme mucho cuando en 1956-1957, el Banco Español sacó a la venta el Ingenio “Mercedes” de los Padilla ¿Por qué? Por que se lo vendieron al Ingenio Ledesma radicado en Jujuy en creo ese entonces 24 millones de pesos contra una propuesta nuestra de 27 millones de pesos. Al preguntarle a mi padre a que atribuía él esto, me dijo la razón estaba en que José Heriberto Martínez Presidente del mencionado banco, pasaba a ser accionista junto con Herminio Arrieta del nuevo Ingenio Mercedes. También mi padre me dijo que temía que Arrieta cerrara el Ingenio Mercedes con el pretexto mentiroso de que Tucumán no tenía un clima adecuado para la caña de azúcar. El tiempo le dio la razón a mi padre, ya que ocho años después “el Mercedes” era cerrado, su trapiche llevado al ingenio Ledesma junto con un cupo azucarero de más o menos 18 millones de kilogramos de azúcar.

En el invierno de 1959 llegaba yo de recorrer a caballo la colonia del Mollar. Eran las 11 hs aproximadamente. Al entrar al chalet para darme un baño se me acerca Higinio Pérez Ordenanza del escritorio y me dice: Tu padre está que se lo llevan los diablos y quiere a las 14 hs esté Malvestiti (el chofer) con el auto listo en la puerta de casa. Almorzamos a las 13 hs y acto seguido partimos con el mencionado Malvestiti hacia Vipos y luego a Leales, donde mi padre comprobó que el ingenio Concepción estaba sembrando caña para provocar excedente y así hacer caer el precio del azúcar. A las 19:30 hs aproximadamente llegamos al ingenio Concepción donde mi padre increpó al ingeniero José Maria Paz (padre) y le advirtió que estaba jugando a favor de Herminio Arrieta de Ledesma. También le hizo saber que las consecuencias de jugar a favor del monopolio serían para nuestra sociedad y nuestras familias funestas e impredecibles. Ya durante el proceso militar de Videla, su hijo José María fue asesinado según dicen por Montoneros, pero hoy por hoy tengo mis dudas si no tuvieron algo que ver los monopolistas del norte que ayudaron a montar la guerrilla, y para los cuales ya de hecho el ingenio Concepción no les servía.

En 1965 mientras ejercía yo como secretario del Doctor Celestino Gelsi en el Senado de la Nación, éste me contó de cómo mi padre en una reunión en 1961 con el entonces Presidente de la Nación Don Arturo Frondizi, se negó a hablar ya que apareció de golpe en el lugar donde estaban reunidos el ministro de economía Álvaro Alsogaray. Según Gelsi mi padre se calló y ante el requerimiento de Frondizi de que continúe, él le dijo: “Mire Arturo, yo ante éste Señor no tengo nada que hablar, pues busca con otros el monopolio azucarero lo mismo que llevó a la ruina a los algodoneros que fabricaban aceite a partir de las pepitas”.

En 1963 mi padre me informa de la mala situación financiera nuestra y de que para salir de ella debíamos escuchar la propuesta que se nos haría de parte del ingenio Ledesma. En enero de ese año vienen a almorzar al chalet del ingenio Bella Vista: Carlos Pedro Blaquier, Jorge Zorreguieta, los acompañaban Martín Blaquier y dos personas mas en representación del ingenio Ledesma, que en esa época presidía Herminio Arrieta suegro de Carlos Pedro Blaquier.

Durante la comida Carlos Pedro Blaquier propone comprar el 50% del paquete accionario del ingenio Bella Vista sin pagar un solo peso, dado que nuestro beneficio sería el pasar a tener un 50% de un “Ledesma chico”. Yo le pregunto como era eso de hacer un Ledesma chico, a lo que me responde que: cerrando el Mercedes llegábamos a 575 mil surcos y luego él o ellos con sus habilidades ahogarían al “Fronterita” y al “San Pablo”, lo que haría superar el millón de surcos. Yo le pregunté que iba a pasar con la gente que trabajaba en esos tres ingenios cerrados, a lo que me respondió: “García Fernández no se me haga el comunista quiere”. Yo entonces me enfurecí y levantándome de la mesa y dirigiéndome a mi padre dije: “Yo no vendo mi 8% de acciones. Ustedes papá, hermanos y primos hermanos hagan lo que quieran”.

Gracias a mi postura y con la evidente ayuda de Dios, llegamos a duras penas a la zafra de 1963 y ante la escasez de azúcar en el mundo nuestra zafra fue de 47 millones de Kgs. de azúcar, con lo que pudimos pagar todas nuestras deudas y así comenzar a preparar la zafra del año 1964.

No se si por miedo a que me maten y como yo estaba fuera de mi control por la cantidad de problemas acumulados (cañeros, obreros y familiares) y porque creía que de noche con el alcohol podía aplacar esas tensiones, fue que en mayo de 1964 me internaron en un psiquiátrico por 72 días.

Como la familia volvió a estar desahogada de problemas decidieron viajar a Europa donde tenemos gran cantidad de parientes dado nuestro origen español. Antes de viajar y a los diez días de estar yo internado le dije a mi hermano Juan Miguel: “Tengo miedo de que al no estar yo al frente del ingenio no lleguemos a en esta zafra a fabricar 20 millones de Kgs. de azúcar”.

Ya en París a fines de septiembre de 1964 mi padre me entrega un telegrama donde mi primo Jorge Echayde y mi tío Héctor Boucau decían: Situación insostenible-Terminó zafra, producción 20.250.000 toneladas, vengan…

Entonces papá me dijo: Si vos no venís conmigo yo me quedo y que todo se pierda, a lo que le contesté: Te acompaño pero con los poderes necesarios para poder solucionar ese caos.

Viajamos el 3 de octubre llegando a Ezeiza el día 4[1]. Lo primero que hice fue hablar con Celestino Gelsi, quien me ayudó a conseguir un crédito en el Banco Industrial de 300 millones y por eso llegamos a la zafra de 1965.

Al ver los industriales que promovían el monopolio que era imposible avanzar en su despropósito al estar yo recuperado, recurrieron al ahogo financiero con la expresa complicidad del llamado “Gobierno Radical del Pueblo” que en ese entonces estaba a cargo del Estado Nacional. Es a éste gobierno y a sus funcionarios a los que les imputo ser los responsables directos de los actos que por comisión u omisión provocaron nuestra ruina financiera.

El Señor José Centurión puede ratificar el testimonio que me acercó en su momento sobre la responsabilidad radical en nuestra destrucción financiera. Se adjunta copia del mismo.

La línea de investigación sobre éste grupo llamado la “Langosta Federal”, es fundamental para comprender los orígenes de este plan de exterminio desde antes de 1966.

A Bella Vista le correspondían por decreto ley 718 millones en anticipos para la zafra 1965. El Banco Nación nos dio solo el dinero correspondiente a la primera quincena de Junio.

Tanto nuestro padre como sus tres hijos, tratamos inútilmente de gestionar el resto del préstamo que legítimamente nos correspondía, pero lamentablemente la orden de ahogo financiero y los demás estragos y delitos contra nuestra firma ya habían sido pergeñados y dispuestos.

La forma en que terminamos perdiendo nuestra empresa el 27 de noviembre de 1965 y los horrores y persecuciones que sufrí luego ya bajo el gobierno de facto están vertidos en copia que adjunto de la denuncia que hicimos ante Presidencia de la Nación el 29 de Mayo de 2006.

CONASA Y LAS VICTIMAS DE SU DESGUACE

Se nos castigó por no haber querido participar y ser cómplices de un plan genocida que le costo a Tucumán dejar de ser una provincia pujante y desarrollada para convertirse según mi opinión en un campo abierto de exterminio cultural y humano. CONASA fue un invento militar para retener los ingenios confiscados que no habían sido cerrados en el año 1966 por Onganía. Fueron luego licitados y repartidos como botín de guerra entre los amigos y colaboracionistas de este horror al que sometieron no solamente a una provincia sido a toda una región y un país.

El alejamiento de nuestra familia de la industria azucarera y especialmente de mi padre del Centro Azucarero Argentino y Regional, era indispensable para llevar a cabo el industricidio y su consecuente genocidio y es por eso que el Estado Argentino de ese entonces y durante todos estos años nos ha tratado de manera ilegítima, arbitraria y discriminatoria.

Yo personalmente volvería a ser víctima de CONASA en el año 1979 cuando, por las maquinaciones de los militares actuantes en ese entonces junto a los civiles colaboracionistas que la componían, perdí mi campo en Burruyacu al que con mucho esfuerzo había yo convertido en un vergel luego del golpe que nos dieron en el Ingenio. A requerimiento del Señor Fiscal ampliaré esta denuncia que es un incidente o un capítulo mas de la seguidilla de persecuciones y discriminación arbitraria a la que he sido injustamente sometido toda mi vida por parte de un Estado Nacional y Provincial, que no me perdonó no haber querido integrar las distintas bandas mafiosas que han estado gobernándonos y arruinándonos a los argentinos desde hace mas de 50 años.

Repito: Se nos destruyó económica, física y moralmente por haber decidido no corrompernos y ser parte de un plan de exterminio montado en Tucumán desde hace mas de 40 años y cuyas consecuencias se evidencian hoy en día cada vez mas.

La muerte de Santillán, la persecución sobre su hermano Hugo y la muerte de los demás sindicalistas, no dudo fue necesaria por parte de los golpistas de 1976 para poder llevar adelante la liquidación de CONASA a la que estos obreros agremiados se oponían y repito, perfeccionar como en el caso de nuestra firma el despojo de la fábrica y los campos que fueron durante más de ochenta años un modelo de desarrollo e inclusión social en Tucumán (cito solo como muestra, la donación del colegio salesiano Tulio García Fernández y las 25 becas anuales de las que hasta el año 1963 disponíamos para entregar a hijos de los obreros del Ingenio Bella Vista, entre los cuales estuvo el mismo Hugo Santillán quien podrá dar testimonio de ello).

Soy testigo de la advertencia que mi padre le hizo a Atilio Santillán de que los grupos que se beneficiarían de nuestra salida de la industria, se encargarían de matarlo una vez que ya nos les sirviera su activismo sindical en contra nuestro.

Por este mismo acto entonces denuncio el despojo cometido en contra de nuestra familia y requiero se investigue para oportunamente ser reintegrado nuestro patrimonio confiscado junto a la debida reparación por parte del Estado Nacional de los daños, perjuicios y perdidas a los que durante estos casi 43 años hemos sido injustamente sometidos.

Todos estos delitos como ya los hemos denunciado antes ante el Poder Ejecutivo Nacional, tienen carácter de imprescriptibles por lo aberrante de su contenido y por la participación en ellos de los funcionarios estatales que ininterrumpidamente intervinieron(ya sea desde el poder político, privado u económico); por lo que solicitamos sean investigados y oportunamente castigados según nuestras leyes y las leyes internacionales que persiguen los delitos contra la humanidad, por éste acto denunciados.

Me pongo y quedo a disposición del Señor Fiscal para ratificar y ampliar de ser necesario, el informe y testimonio aquí vertido.





AGUSTIN M. GARCIA FERNANDEZ

DNI 4.305.781

[1] Ocho años antes nos habíamos alojado en el Hotel Continental en la Avenida de la Madelaine y calle Monte Tabor (París). Coincidía en su estadía con nosotros en aquel lugar el Dr. Posadas, casado con una de las cuñadas del Ing. Herminio Arrieta. Una noche mientras tomábamos algo juntos, Posadas le dijo a mi padre: “Yo hice que mi mujer venda sus acciones de Ledesma pues no quiero que el día de mañana se la culpe de lo que ocurra en Tucumán. Herminio está enfermo de poder y me dijo que los va a destruir”.

martes, 17 de junio de 2008

Nota plublicada en La Gaceta de Tucumán

Viernes 11 de Agosto de 2006
Economía
INGENIOS - A 40 AÑOS DEL CIERRE
La UNT objetó la política del gobierno militar de Onganía
Postura del Consejo Superior de la institución. “Tal ‘solución’ atestó un durísimo golpe a la economía de la provincia”, expresaron el cuerpo.
Dossier: a 40 años del cierre de ingenios
En el marco de la recordación de los 40 años del cierre de 11 ingenios tucumanos, la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) emitió un documento en contra de la medida dispuesta en 1966 por el gobierno militar de Juan Carlos Onganía. A través de una resolución del Consejo Superior, que aprobó una propuesta del rector Juan Alberto Cerisola, la UNT calificó de “emblemática” la disposición de las autoridades nacionales de entonces. “Tal ‘solución’ atestó un durísimo golpe a la economía de la provincia. Se produjo la abrupta reducción del parque azucarero, de 27 ingenios que habían participado en la zafra de 1965, sólo molieron 16”, destaca la UNT. “Esta medida -añade- causó un impacto social perdurable en el medio tucumano: 9.327 trabajadores de fábrica y surco perdieron sus puestos de trabajo, lo que significó la disminución del 30% del total de la fuerza laboral de los ingenios”. Según la casa de altos estudios, “este brutal redimensionamiento productivo se reflejó en la emigración de miles de comprovincianos y en el abrupto retroceso demográfico de la provincia”. Remarca que, de 930.000 habitantes que había en Tucumán en 1965, se descendió a 766.000 en 1970. “Estas cifras revelan, de manera dramática, un implacable proceso de ajuste, cuyo peso se descargó en los pequeños productores cañeros y los trabajadores de los establecimientos azucareros”, subraya La UNT recuerda que las universidades también fueron blanco de la política militar. “Fueron intervenidas; se suprimió el estatuto reformista que garantizaba su autonomía y se efectuó la primera represión policial masiva en los claustros universitarios de la ciudad de Buenos Aires. Tal episodio inició un proceso de purga de profesores, que optaron por el exilio y la emigración hacia centros universitarios de Europa, Estados Unidos y América Latina”, señala. “A 40 años de este implacable desmantelamiento productivo y cultural de la provincia, cuyos efectos gravitan aún en nuestra sociedad, la UNT ratifica su compromiso con la democracia con sentido social, con la educación con espíritu crítico que apele a la memoria de nuestro pasado reciente”, concluye.

Genocidio Económico, por Manuel García Fernández


GENOCIDIO ECONOMICO O GENOECONOMICIDIO


ANTE UN NUEVO CONCEPTO EN EL DERECHO PENAL INTERNACIONAL



1-CONCEPTO Y ANTECEDENTES QUE LO FORMAN

Entendemos por genocidio económico todo acto de mercado[1] que produzca la destrucción[2] total o parcial de un pueblo o comunidad, ejecutado por un grupo determinado de personas ya sean físicas o jurídicas, incluyendo entre estas últimas al Estado donde está radicada la comunidad o pueblo.

Si atendemos al concepto clásico de genocidio veremos que este crimen se limita al exterminio de un grupo por razones de raza, religión o creencias políticas[3]. La razón por la que se estudió y tipificó este delito como todos sabemos, está en las masacres perpetradas principalmente durante el apogeo de la Alemania nazi. Este es el genocidio clásico al que llamaremos también directo o brutal para diferenciarlo de ahora en más del económico.

Lamentablemente, la realidad de mercado posterior a la segunda revolución industrial colonialista nos a demostrado que no solo los pueblos desaparecen por las guerras y los crímenes que en esta se cometen, sino que la economía en su faz inescrupulosa produce en su libre juego también la destrucción de muchos pueblos o sus culturas[4].

La manipulación económica de la que ha sido víctima la mayoría de los pueblos tercermundistas, ha tenido como uno de sus resultados más aberrantes, la desaparición de sus formas de vida en pos de los intereses de un capitalismo que lejos de tener un ideal y por lo tanto un marco jurídico de justicia, ha fomentado la devastación de comunidades enteras para permitir la ganancia de unos pocos.

Hasta aquí podemos resumir diciendo entonces, que cuando un grupo de personas con o sin la connivencia del Estado, o el Estado con o sin connivencia de particulares, desarrollan- o permite(el Estado)- juegos o manejos de mercado prohibidos por las leyes[5] tendientes al enriquecimiento de los miembros del grupo y los funcionarios del gobierno; comienza a producirse lo que denominaremos de aquí en mas un genocidio económico o genoeconomicidio.

2-¿POR QUE ECONOMICO?

Sabemos que los conflictos ínter-tribus comenzaron generalmente por la obtención de espacios económicamente productivos. En consecuencia, todos los crímenes[6] cometidos durante estos conflictos habrían tenido un origen económico.

Pero dado que como dijimos, lo que más impactó a la comunidad internacional fue lo ocurrido bajo los Estados totalitarios durante estos últimos 80 años, es que se hizo necesario penalizar internacionalmente la destrucción física de los pueblos por vías de hecho como la matanza o la tortura[7].

Entonces, para que se produzca un genocidio clásico, hace falta como dice la norma (art. n° 2 de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio), de “intención” de destruir a un grupo.

Por ello decimos que en el genocidio producido por intereses económicos, esta intención(por lo menos como única y primigenia motivación) no se da, por lo cual no sería la destrucción su finalidad[8], pero si su efecto, lo que torna punible el accionar de quien lo produce.

De lo dicho surge que el genocidio de causa y efecto económico es un crimen de resultado y no de fin, ya que este último esta dado por el enriquecimiento del grupo y no por la intención directa de destrucción, la que se origina a causa de los actos ilícitos perpetrados por los miembros del grupo o sujeto activo.

Tampoco sería descabellada la idea de que por medio de la acción económica se concretasen los sueños de destrucción del grupo indeseable, lo cual haría encajar de lleno al accionar dentro del inciso C del artículo 2 del convenio mencionado, el cual prevé la sanción para “ el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o parcial”.

3-DEFINICION

Tras lo dicho estamos ya en condiciones de definir al genocidio económico como:

“Cualquiera de los actos perpetrados por aquellas personas físicas o jurídicas, que con el fin de enriquecerse produzcan el sometimiento de un grupo o pueblo a condiciones de existencia que hayan de acarrear a su destrucción física total o parcial, o a la perdida de su identidad cultural y social, o a la modificación negativa de su economía; ya sea que los actos se produzcan por manejos monopólicos o de cualquier otro medio de mercado ilícito, con o sin connivencia del Estado en el que actúan”.

Como se dijo, este concepto no surge de algo nuevo, sino que es el resultado de la expansión de las sociedades de capitales desde hace casi dos siglos y la impunidad con la que muchas de ellas han podido ejercer su actividad en forma ilícita.

4-PARTES

Siguiendo la clasificación básica que establece el derecho penal, encontramos los siguientes sujetos:

A-Pasivos:
Los miembros de una comunidad o grupo social[9] que sufran los daños de la alteración de su economía, la cual no se hubiera producido sin la actuación del sujeto activo[10].

B-Activos:
Todas aquellas personas físicas o jurídicas incluida en estas últimas el Estado, que con el fin de enriquecimiento produzcan a un grupo o comunidad de personas un menoscabo en su patrimonio colectivo o individual, lo cual a su vez genere la destrucción física total o parcial del grupo como tal, o a la perdida de su identidad cultural y social[11].
También puede ser llamado grupo económico negativo.

5-NECESIDAD DE SU LEGISLACION

Si bien es cierto que varios son las personas que hasta el momento han mencionado o utilizado el término Genocidio Económico o Social para definir los nefastos efectos en la economía de pueblos hasta ayer florecientes; es también cierto que hasta donde nos consta nadie se ha estado ocupando por su definición y tipificación.

Es por ello necesario, que mientras evoluciona este concepto, los Estados vayan tomando conciencia de la necesidad de que los juegos ilícitos de mercado sean cada vez mas reprimidos por las respectivas legislaciones del globo.

Soy conciente de las críticas y dudas que este trabajo engendrará. Pero es necesario que surja la discusión para que esta figura penal crezca y se perfeccione, ya que es tarea de todos luchar para que la ecuación de un mundo digno se concrete.

Comunidad jurídica internacional: el debate queda abierto.

Manuel García Fernández














[1] Según el sentido del diccionario de la Real Academia en su cuarta acepción del termino mercado: “Conjunto de operaciones comerciales que afectan a un determinado sector de bienes”. Vigésima primera edición.
[2] Como se verá mas adelante, el término destrucción no esta referido solamente a la desaparición física del grupo, sino que nos habla también de la desintegración cultural y moral de una colectividad histórica.
[3] En realidad la convención contra el genocidio no prevé las razones políticas como causa del genocidio, pero la doctrina está trabajando para ver como se lo incluye.
[4] En muchos casos no se produce la desaparición física inmediata del grupo, pero una de las consecuencias más inmediatas de la destrucción de su economía es la casi segura extinción de sus pautas de vida al producirse entre otros el fenómeno de la emigración. Luego seguirá para los que quedan la falta de trabajo y la mala alimentación de estos cuasi parias, candidatos a sufrir todo tipo de desgracias, ya sean físicas o morales.
[5] Los monopolios u oligopolios cuando no son naturales, son tal vez los medios más comunes por los que se pueden producir los polos de fortuna.
[6] Reservamos la palabra delito para los crímenes tipificados en los diversos ordenamientos.
[7] La penalización del sometimiento a condiciones de existencia que hayan de acarrear la destrucción física total o parcial del grupo, requiere la “intencionalidad” en su comisión, lo que en principio, lo convierte en inaplicable a nuestro caso.
[8] La finalidad inmediata como ya lo advertimos ut supra, es el enriquecimiento de un grupo. De producirse, no solo daría la posibilidad de penar a sus comitentes sino que también otorgaría a los damnificados directos la acción de repetición por enriquecimiento ilícito, más la de daños obviamente.
[9] En la actualidad el concepto de “paria” ha superado en crueldad al de esclavo que tanto horror causó en los intelectuales decimonónicos. Nietzsche , en su obra “Humano, demasiado humano” ya nos advertía: “El hecho de que demos mayor importancia a una satisfacción de vanidad que a cualquier otra ventaja(seguridad, abrigo, placeres de toda especie), se muestra en un grado ridículo en que cada cual (prescindiendo de las razones políticas) anhela la abolición de la esclavitud y rechaza la idea de colocar a los hombres en ese estado, mientras que lo que cada cual debe decirse es que los esclavos tienen bajo todo aspecto una existencia más segura y mas dichosa que la del obrero moderno, que el trabajo servil es poca cosa comparado con el trabajo del obrero”.
[10] Se puede comparar a los efectos que sufre el ecosistema cuando el accionar irresponsable del hombre, lo altera. Ya hay leyes que sancionan este tipo de daño ecológico. Y ya es hora de que se penalice el daño al “econosistema”.(entendemos por este al equilibrio o estabilidad de una economía determinada, en el seno de un grupo humano determinado).
Los derechos a la propiedad están protegidos por la ley internacional suprema, y si en todo caso algunos quieren alterar estos derechos adquiridos, deben previamente indemnizar.
[11] Esto ultimo es necesario que sea incluido, ya que puede darse el caso de que durante mucho tiempo el grupo o comunidad no sufra su desintegración o separación física al procurarse ellos mismos otros medios de subsistencia, pero ya sea habría producido la muerte de su identidad cultural e histórica al degenerarse su propiedad. El derecho de propiedad colectivo no solo se refiere a los bienes materiales comunes sino también a los culturales.
Este sitio está creado para guardar la menoria sobre el genocidio que prudujo el cierre de 11 ingenios durante el gobierno de facto de Onganía.
Se agradece a los visitantes y lectores de este blog el aporte que puedan hacer con material documental y testimonial sobre este genocidio que comenzó en 1966.